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Grabaciones desconocidas de Blanca Estela Pavón

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Estimable radioescucha:algunas personas tienen la fortuna de disfrutar una larga vida, pero en su andar por el mundo no dejan huella o legado trascendente. En contraste, otras personas parecen vivir desde el principio con las horas contadas, pero al partir prematuramente de este valle de incertidumbre, dejan detrás de sí un destello de luz intenso, que continúa brillando a pesar de los años transcurridos, superando la decisiva prueba del espacio-tiempo. Éste último es el caso de la artista mexicana María Blanca Estela Pavón Vasconcelos, Nacida en Minatitlán, Veracruz, el 21 de febrero de 1926, fue la menor en una familiar conformada por 6 hermanos. Cuando sólo tenía tres años de edad, su familia se trasladó a Orizaba, en donde la niña pronto empezó a mostrar su inclinación por la actuación, el baile y el canto. Durante su niñez, Blanca Estela ya soñaba con ser artista. En lugar de jugar con muñecas o juguetes, solía declamar, bailar y cantar, delante de sus hermanos y amiguitos, que hacían las veces de público improvisado, escenificando así divertidas funciones de teatro, Sus padres, Francisco Pavón y Josefa Teresa Vasconcelos, pronto se dieron cuenta de la vocación artística de la niña y decidieron inscribirla en escuelas de teatro, canto y baile, mientras cursaba la eduación primaria. En la escuela, Florecita o Blanquita (como le llamaban cariñosamente sus padres), comenzó a destacar en los festivales escolares, participando con entusiasmo en concursos de declamatoria y bailes infantiles. En 1933, cuando sólo tenía 7 años de edad, junto a su familia se trasladó a la Ciudad de México, en busca de mejor fortuna y oportunidades. Florecita terminó la educación primaria en la escuela "Pablo Moreno" del Distrito Federal. que estaba ubicada en las calles de Bolivia, Por esa época, sus padres la inscribieron en una academia de música en donde la futura protagonista de "Nosotros los pobres" tomó lecciones de piano, dando su primer recital después de un año de preparación. La inquieta niña también estuvo inscrita en una academia artística llamada "Alma Mexicana", en donde tomó clases de declamación, danza y acrobacia. A partir de 1935 comenzó a participar en concursos de aficionados organizados por estaciones de radio como la X.E.F.O. conocida como Radio Nacional, aunque sin gran fortuna. Impertérrita e incansable, para 1936 la futura actriz ya había sido contratada por la mencionada emisora, para cantar y realizar breves sketchs. En 1937 obtuvo su primera oportunidad en el cine, participando como actriz de reparto en una película llamada "Huérfanos del destino", la cual nunca se terminó de rodar por falta de presupuesto. Al año siguiente, Pedro de Urdimalas la llamó para participar en un programa de radio titulado "Fifirafas el valeroso", donde tuvo como compañeros de reparto a Guillermo Portillo Acosta y José Ángel Espinosa "Ferrusquilla". Éste último, se enamoró de la bella joven; luego de un tiempo sostuvieron un noviazgo breve. El programa radiofónico transmitido por la X.E.Q. gozó de gran popularidad en esa época. La pequeña actriz pronto fue bautizada por sus compañeros actores como "La Princesita Rubia". En la contraportada de un disco publicado en 1989 por la AMEF (Asociación Mexicana de Estudios Fonográficos), Pedro de Urdimalas compartió una breve e interesante anécdota que nos da una idea de aquellos inolvidables días, así como del carácter fuerte de la desaparecida estrella:

"Magia de Florecita que un día se encrespó cuando el gerente de la poderosa X.E.Q. en 1939 dudó de la grandeza de su programa "La Legión Infantil Mexicana". En la tarde, a las seis, Blanca Estela invitó a los que hoy son cuarentones para que fueran a la estación de radio en los altos del Teatro Alameda y les prometió por el micrófono que les cantaría personalmente y les daría regalitos. Al día siguiente, desde las tres de la tarde comenzaron a llegar niños y niñas legionarios. A las seis la chiquillería ya se había desbordado llenando la calle de José María Marroquí. La Avenida Juárez se vió interrumpida igual que la calle de independencia. Más de veinte mil pequeños demostraron su idolatría por Blanca Estela Pavón. "Florecita" cantó y cantó desde el capacete de una camioneta y repartió los juguetes que había prometido. El capitán Ferrusquilla y el valeroso Fifirafas (Guillermo Portillo Acosta) acompañaron a Blanca en el festín de orgullo."

Blanca Estela destacó en la radio por su profesionalismo y por la dulce voz con que había sido privilegiada; pronto fue contratada para realizar el doblaje al español de voces en películas extranjeras. Viajó a Nueva York acompañada de su hermana Nidia y de "Ferrusquilla", en donde juntos realizaron trabajos de doblaje en películas como "Lo que el viento se llevó" y "La luz que agoniza". A su regreso a México, la artista continúo desarrollando las actividades que más le apasionaban: la actuación, el baile y el canto. Formó parte de varios grupos de danza y ballet, actuando en distintos teatros de la capital y del interior de la República. Además, continúo participando en programas de radio. En 1941, recién cumplidos los 15 años de edad, fue contratada para desempeñar un pequeño papel en la película "La liga de las canciones", dirigida por Chano Urueta. Tres años después, en 1944, logró participar en la película "El niño de las monjas", bajó la dirección de Julio Villarreal. En esa época, había sido contratada para cantar en programas transmitidos por la estación Radio Mil, alternando ese trabajo con participaciones en grupos de danza y ballet. A base de firme voluntad y ahínco, la joven artista se empezaba a hacer de un nombre y una buena reputación. Su gran oportunidad en el cine llegó en 1945, cuando fue contratada por Ismael Rodríguez para participar en la película "Cuando lloran los valientes". En esa cinta, por vez primera hizo mancuerna con Pedro Infante, formando una de las parejas más memorables en la historia del cine mexicano. Durante muchos años, la gente creyó equivocadamente que existía un romance entre Blanca Estela PavónPedro Infante. En realidad esto nunca ocurrió. Simplemente fueron grandes amigos; Pedro siempre admiró el profesionalismo, la inteligencia y el talento de Blanca Estela, viendo en ella a una amiga, camarada y consejera. La actriz mexicana si llegó a tener breves romances con José Angel Espinosa "Ferrusquilla", su compañero de trabajo en la radio, y posteriormente, ya en su etapa de actriz, con el actor y director de cine Rogelio A. González. Poco después de ser dirigida por Ismael Rodriguez, llegaron los más resonantes triunfos para la actriz en la taquilla, comenzando con la película "Vuelven Los García", "La Bien Pagada" y "Cortesana". Uno de los más grandes aciertos en su carrera, resultó de su formidable actuación en la película de tintes arrabaleros "Nosotros Los Pobres", filmada en 1947 de nuevo bajo la dirección de Ismael Rodríguez, En la mencionada cinta, Blanca Estela adquirió gran popularidad desempeñando el papel de "La Romántica", que todo el mundo llamó después "La Chorreada".  En "Nosotros Los Pobres", Blanca Estela volvió a actuar como la pareja sentimental de Pedro Infante, quien desempeñó el papel de Pepe El Toro. Poco tiempo después, fue estrenada la continuación de aquella melodramática historia; la secuela fue titulada "Ustedes Los Ricos", logrando popularidad la canción Amorcito Corazón, bolero representativo del amor arrabalero a la mexicana, interpretado a dúo por Blanca Estela Pavón y Pedro Infante, Otro gran éxito de taquilla que la añorada actriz se anotó, fue la película "Los Tres Huastecos", filmada en 1948, también bajo la dirección de Ismael Rodríguez. Con un prestigio y una carrera cinematográfica en ascenso, Blanca Estela Pavón logró probar su calidad como cantante, grabando para el sello RCA Victor dos piezas musicales: Que Dios me perdone y la Canción de los niños. En ambas melodías fue acompañada por el maestro Marío Ruiz Armengol y su Orquesta. Cuando no estaba promocionando sus discos al través de Radio Mil, la cantante se encontraba filmando una nueva película o viajando por toda la República Mexicana, formando parte de caravanas artísticas o realizando teatro de revista. En algunos casos llegó a cantar a dúo con Pedro Infante, en estaciones de radio y en conciertos al aire libre, en plazas de toros o en teatros. En internet circula un video con fragmentos de una filmación casera, en donde se observa a Blanca Estela Pavón y Pedro Infante, compartiendo el entarimado, cantando para el público en una plaza de toros de Monterrey. Una prueba contundente de que la artista jarocha estaba cosechando grandes triunfos después de largos años de lucha, ocurrió en 1948, cuando ganó el premio Ariel como mejor actriz por su actuación en la película "Cuando lloran los valientes", filmada tres años antes, en los estudios Azteca. Pero el horizonte se ensombreció repentinamente, como presagio lúgubre de un desenlace trágico.


El 23 de mayo de 1949, Pedro Infante sufrió un grave accidente aéreo, cuando la avioneta que piloteaba se estrelló en Zitácuaro, Michoacán, Pedro intentaban llegar a la ciudad de México, luego de un paseo por Acapulco, cuando el avión que conducía se precipitó a tierra. El grave accidente ocasionó que fuera postergada durante varias semanas la filmación de la película "Lo que no pudo ser", en donde Blanca Estela Pavón y el ídolo de Mazatlán, Sinaloa, serían dirigidos por Roberto Rodriguez. En ese entonces nadie imaginó que la cuenta regresiva había iniciado y a ambas estrellas del cine mexicano les esperaba un final prematuro, en circunstancias similares. La última película en la que participó Blanca Estela Pavón se llamó "Ladronzuela", cuya dirección corrió a cargo de Agustín M. Delgado, El argumento de la cinta esta basado en una historia escrita por Yolanda Vargas Dulché. Viendo la película con la perspectiva del tiempo, es evidente que algunos directores y productores de cine, ya trataban de encasillar a la actriz en papeles de mujer humilde o de barriada, para capitalizar el éxito obtenido en "Nosotros los pobres" y "Ustedes los ricos". El papel que Blanca Estela Pavón desempeñó en su última película, representa un curioso antecedente de los personajes de barrio que enrarecieron las pantallas de televisión, décadas más tarde, cuando este medio de comunicación ya había desplazado a la pantalla de plata, mediante insufribles telenovelas como Rosa Salvaje o María la del barrio. 

A mediados de septiembre de 1949, Blanca Estela Pavón se unió a una caravana artística que ofreció funciones en algunos escenarios de Tapachula, Chiapas, finalizando la gira en la ciudad de Oaxaca. Luego de una presentación triunfal en el teatro Macedonio Alcalá, el plan de la caravana era regresar a la Ciudad de México en ferrocarril, Sin embargo, Blanca Estela tenía prisa por volver a la capital del país, para cumplir un compromiso de trabajo en un programa de radio que sería transmitido desde el edificio de la Lotería Nacional. La actriz, que estaba acompañada de su padre, se trasladó al aeropuerto en lugar de tomar el tren. Ambos se encontraron con la sorpresa de que no había lugares disponibles en la aeronave procedente de Chiapas. Desesperada, Blanca Estela preguntó a los pasajeros en la sala de espera si algunos de ellos podían cederles dos lugares. Con una carrera artística en ascenso y una reputación de artista disciplinada, responsable y profesional, no deseaba dejar plantados a los empresarios que en la Ciudad de México la esperaban para participar en el programa de radio. Dos pasajeros finalmente se compadecieron al ver a la muchacha tan afligida y decidieron cederles sus asientos. De este modo, la artista veracruzana aseguró para ella y para su padre, los pases de abordar hacia un destino fatal. Antes de partir, el piloto había sido advertido de que se encontraría con mal tiempo durante el trayecto, Aún así, el avión DC-3 de Mexicana de Aviación, con matricula XA-DUH despegó del aeropuerto de Oaxaca a eso de las 12.40 p.m. El vuelo transcurría con normalidad, pero cuando ya estaban cerca de llegar a la Ciudad de México, empezaron las dificultades. El piloto Alfonso Reboul Lasscassies, se comunicó con la torre de control, diciendo con voz sumamente alterada que acababan de pasar por Puebla, tenían problemas de visibilidad, perdían altura y el aparato estaba experimentando severa turbulencia. Las últimas palabras el piloto, fueron: "¡Estamos volando a mil trescientos...!". Su voz se perdió en medio de una fuerte estática, cortando de tajo la comunicación con la torre de control. Se esperaba el arribo del avión bimotor de Mexicana a eso de las 13.30 p.m. Sin embargo, jamás llegó al aeropuerto de la capital. Luego de algunas horas, la aeronave fue declarada como desaparecida. Fue organizada una búsqueda por toda el área conocida como "Pico del Fraile", cerca del volcán Popocatépetl. Los habitantes de pueblos ubicados en el estado de Puebla, como San Martín Texmelucan, Huejotzingo y San Felipe Teotlalcingo, decían haber visto un avión pasando en medio de los volcanes y luego una densa columna de humo. Las brigadas que acudieron al rescate incluían grupos de alpinistas, elementos de la Cruz Roja mexicana, soldados del ejército, habitantes de los lugares cercanos a la zona del siniestro, reporteros de nota roja y otros voluntarios, Las labores de rescate comenzaron el 27 de septiembre por la mañana, emprendiendo la marcha a caballo, en mula y a pie. La búsqueda duró más de 7 horas, luchando contra un clima gélido y un terreno accidentado. El grupo de rescate alpino logró finalmente acceder al lugar del desastre, descubriendo una escena desoladora. El avión había quedado partido en varios pedazos y los cuerpos de los pasajeros se hallaban esparcidos a lo largo del terreno nevado, varios de ellos calcinados y con fracturas múltiples. No fueron hallados sobrevivientes. Además de Blanca Estela Pavón y su señor padre, entre los pasajeros fallecidos se encontraban: el fotógrafo Francisco Mayo, el periodista Luis Bouchot, el senador Gabriel Ramos Millán, también conocido como "el apóstol del maíz; el antropólogo Salvador Toscano, entre otros. Los restos de Blanca Estela Pavón, fueron envueltos en un petates por un socorrista de la Patrulla 13 del Cuerpo Alpinista México y trasladados en mula hasta el pueblo de Atlautla, En ese pequeño poblado ya esperaba José Ángel Espinosa "Ferrusquilla", junto a los hermanos de la famosa actriz. Éstos últimos, no lograron reunir el valor suficiente para identificar a la hermana menor de la familia y pidieron que "Ferrusquilla" se encargara de la triste labor. El compositor de "La ley del monte" entró custodiado por personal del ejército, al improvisado depósito que fungía como morgue. Un soldado iba descubriendo uno por uno los rostros de las personas fallecidas delante del actor, quien en cada ocasión fruncía el ceño, negando con la cabeza, indicando que ese cuerpo desmembrado no correspondía al de la fallecida actriz. No obstante, cuando el militar destapó el rostro de una mujer con cabellera rubia y piel blanca y tersa, "Ferrusquilla" no tuvo duda alguna. Haciendo un gran esfuerzo para contener el llanto, el compositor asintió con la cabeza, al mismo tiempo en que decía con un nudo en la garganta: "Si...ella es". El soldado procedió a colgar sobre el cuerpo inerme de la actriz, una pequeña tarjeta que decía "Identificado", cubriendo otra vez el rostro de la malograda estrella. De ahí, los restos de Blanca Estela Pavón, fueron enviados en ambulancia hacia la Ciudad de México, a donde llegaron el jueves 29 de septiembre. La inolvidable y dulce "Florecita" fue velada en la sede de la Asociación Nacional de Actores y más tarde sepultada en el Panteón Jardín. Durante el sepelio en el lote de actores, con lágrimas en los ojos, Pedro Infante sólo atinaba a decir a quién quisiera escuchar: "Se nos fue la Chorreada".


Días después de la tragedia, los hermanos Rodríguez anunciaron el inminente estreno de la cinta"Lo que no pudo ser", la cual había sido filmada en abril de 1949 y representaba la última vez en que Blanca Estela había hecho mancuerna cinematográfica con Pedro Infante. Poco después, aprovechando la errónea pero generalizada creencia de un romance entre el carpintero de Guamuchil y Blanca Estela, el director Roberto Rodríguez decidió cambiarle el nombre a la película, llamándola "La mujer que yo perdí", tratando de capitalizar así la repentina muerte de la joven actriz. Algunos alabaron esa actitud del mercenario director cinematográfico, interpretándola como una "hábil estrategia comercial y de negocios", pero otros lo interpretaron como un "insensible oportunismo y una mercadotecnia sin escrúpulos". De cualquier manera, la película tuvo el éxito comercial esperado, reafirmando a Blanca Estela Pavón como una de las actrices más taquilleras de la época. Honesto, espontáneo y sin fines de lucro, resultó el homenaje que José Ángel Espinosa "Ferrusquilla" realizó a su querida "Florecita", al componerle una canción la noche siguiente después de tener que identificar su cadáver. Durante décadas tuvo guardada la canción, sin animarse a publicarla. Por su parte, Emilio B. Rosado compuso un bello danzón llamado "Blanca Estela", en honor a la actriz veracruzana, cuando ésta aun vivía.

La artista mexicana había partido inesperadamente, cuando se adivinaba que podía llegar aun más lejos en su carrera de actriz y cantante. Conforme pasaron los años, varias leyendas y mitos se entretejieron en torno a la vida y trayectoria artística de Florecita. Como siempre sucede en estos casos, algunos pasajes en la vida de Blanca Estela Pavón no pueden ser confirmados con certeza luego del tiempo transcurrido, y en otros, quienes poseen la información, prefieren guardarla para ellos mismos, exhibiendo un egoismo que raya en lo patológico. Sin embargo, también hay huecos que comienzan a cubrirse y dudas que empiezan a aclararse por medio de descubrimientos fonográficos inesperados. Por ejemplo, la gente creyó durante décadas que Blanca Estela Pavón sólo había grabado en estudio profesional, un disco de 78 revoluciones para la marca RCA Victor, con las canciones "Que Dios me perdone" y la "Canción de los niños", ya antes mencionadas. En 1989, la AMEF (Asociación Mexicana de Estudios Fonográficos), realizó una interesante aportación, al publicar un disco LP de 12 pulgadas, con varias canciones interpretadas por la inolvidable "Florecita", algunas de ellas rescatadas de viejos discos de acetato. En algunos casos se trataba de grabaciones "en vivo", registradas en acetatos de corte directo, efectuados durante programas transmitidos por Radio Mil, de donde la añorada actriz era artista exclusiva. Otros de los temas que conforman ese disco de vinilo, como "Algún día volverás" y "En cada puerto un amor", eran canciones extraídas de bandas sonoras, que habían quedado también archivadas para la posteridad en discos de acetato. Se creía que eso era todo lo que existía de Blanca Estela Pavón, en cuanto a canciones grabadas en discos. Sin embargo, nunca digas nunca. Regresando desde la cripta, ha salido a la luz un disco de 78 revoluciones por minuto, con grabaciones de estudio que Blanca Estela Pavón realizó cantando con mariachi. Las dos históricas grabaciones plasmadas en disco de pasta shellac, fueron realizadas para el sello Columbia y probablemente efectuadas en 1948. 


El disco de 10 pulgadas contiene las canciones rancheras "Mi Preferida" (original de Pedro Galindo) y "Acuérdate, acuérdate" (del dominio público). En ambos casos, el magistral acompañamiento está a cargo del mariachi tapatío de José Marmolejo.  Columbia era en aquel entonces una empresa pujante, que ya tenía varios años en el negocio de la industria discográfica, En sus inicios, la disquera solía grabar a artistas mexicanos en sus estudios de Nueva York y en ocasiones también en México, mediante un equipo de grabación portátil. Celebres fueron sus grabaciones de artistas como Guty Cárdenas, Luis Perez Meza, las hermanas Padilla y Los Panchos, entre muchos otros. Contando con la dirección artística de Felipe Valdés Leal, la compañía grabadora estableció una casa matriz y estudio de grabación en San Bartolo, Naucalpan, en mayo de 1947. Desde entonces, la empresa estuvo en constante búsqueda de artistas talentosos que no estuvieran contratados en exclusiva por la RCA o por el sello Peerless, los dos grandes competidores de la época. Aunque no hay manera de asegurarlo, es posible que estas grabaciones recién descubiertas, de Blanca Estela Pavón para la Columbia, sean posteriores a las que la actriz efectuó para el sello del perrito. Las versiones en vivo de ambas canciones aparecen en el disco de la AMEF,, pero las versiones del disco de la Columbia son diferentes, ya que no se escucha público ni locutor presentando a la artista. Por lo anterior, es probable que las grabaciones en vivo para Radio Mil, incluidas en el disco LP de la AMEF, hayan sido resultado de un evento de promoción del disco de pasta shellac de la Columbia, que contiene las versiones de estudio. El descubrimiento del disco de Blanca Estela Pavón cantando con mariachi, representa un hallazgo importante que ayudará a reescribir y enriquecer la biografía de la añorada artista mexicana.


Desenterrando este material de pasta shellac, Radio Quelite comprueba una vez más que la historia musical de México se sigue escribiendo, no sin grandes esfuerzos, descubriendo archivos sonoros aquí y allá, rescatándolos del oscuro olvido. El hallazgo aquí revelado, pretende ser una cordial invitación a los investigadores y coleccionistas del mundo para que también se atrevan a compartir con el mundo información, discografías completas de artistas mexicanos, en forma de bases de datos para su consulta, sin egoísmos ni protagonismos, dejando de lado tanto intereses personales como fines de lucro. No esperemos a que la Fonoteca Nacional se encargue de esa tarea. Además de fungir actualmente como la gran bodega o almacén de archivos sonoros del monopolista y privado grupo Televisa, con cargo para el contribuyente, la Fonoteca Nacional actualmente esta demasiado ocupada promoviendo a artistas extranjeros y manifestaciones culturales que, aunque muy respetables, poco o nada tienen que ver con las expresiones musicales del país. Por lo anterior, ninguna revelación o descubrimiento importante podemos esperar de esa institución pública al servicio de una corporación privada, al menos por ahora. La mayor contribución tendrá que venir de los coleccionistas privados y entusiastas melómanos con iniciativa propia, que decidan actuar en equipo, compartiendo información para enriquecer el conocimiento y de este modo inculcar el amor por el patrimonio sonoro del país, durante tanto tiempo olvidado y menospreciado por los propios mexicanos. Divulgando información relevante acerca de su brillante trayectoria artística, Radio Quelite rinde merecido tributo a Blanca Estela Pavón, a pesar del embate de un maligno monopolio extranjero. Un saludo afectuoso y nos leemos en la próxima.
Copyright © Andrés Lang
Ficha técnica del disco Acuérdate, Acuérdate / Mi Preferida
Cara A del disco Columbia 1483-C
Cara B del disco Columbia 1483-C
Título del disco: Acuérdate, Acuérdate / Mi Preferida
Artista: Blanca Estela Pavón
Formato: Disco de 78 rpm
Audio: Monofónico
Duración del disco: 5 min. 35 seg.
Fecha de lanzamiento: Desconocida
País: México
Estado: Ciudad de México
Sello disquero: Columbia 1483-C
Género: Música Tradicional Mexicana
Estilo: Ranchera
Núm. Matrix: MEX 798 / MEX 780
Canciones del disco
#Título de la canción AutorIntérprete Duración
1A Acuérdate, acuérdate D.P.Blanca Estela Pavón 2:35
1B Mi Preferida Pedro Galindo Blanca Estela Pavón 3:00
Artistas participantes.Blanca Estela Pavón: Voz (1A, 1B)Acompañamiento del Mariachi de José Marmolejo. Créditos del disco.Productor – No consta en los créditos del disco.Ingeniero de grabación - No consta en los créditos del disco.Fecha de grabación: desconocida. Posiblemente 1948.

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