Canciones del disco | # | Título de la canción | Autor | Intérprete | Duración | 1A | La negra | S. Vargas - R. Fuentes | Antonio Maciel, Los Aguilillas y Mariachi México | 3:20 | 2A | La malagueña | Ramírez - Galindo | Antonio Maciel, Los Aguilillas y Mariachi México | 3:09 | 3A | El siquisiri | Lorenzo Barcelata | Antonio Maciel, Los Aguilillas y Mariachi México | 2:22 | 4A | Pena huasteca | Hermanos Samperio | Antonio Maciel, Los Aguilillas y Mariachi México | 3:30 | 5A | El maracumbe | Silvestre Vargas | Antonio Maciel, Los Aguilillas y Mariachi México | 3:12 | 6A | Les vengo a cantar aquí | Nicandro Castillo | Antonio Maciel, Los Aguilillas y Mariachi México | 3:06 | 1B | Las olas | Silvestre Vargas | Antonio Maciel, Los Aguilillas y Mariachi México | 2:59 | 2B | Lucerito | Nicandro Castillo | Antonio Maciel, Los Aguilillas y Mariachi México | 3:18 | 3B | El cascabel | Lorenzo Barcelata | Antonio Maciel, Los Aguilillas y Mariachi México | 3:18 | 4B | El pañuelo | Arr. Antonio Maciel | Antonio Maciel, Los Aguilillas y Mariachi México | 2:47 | 5b | El gusto | Elpidio Ramírez | Antonio Maciel, Los Aguilillas y Mariachi México | 3:07 | 6B | El pájaro Cu | Arr. Antonio Maciel | Antonio Maciel, Los Aguilillas y Mariachi México | 2:49 | Músicos participantes.Antonio Rivera Maciel – Voz y Violín.Trío Los Aguililla.Mariachi México de Pepe VillaCréditos del disco.Productor – No consta en los créditos del discoDirector artístico – Rafael CarriónIngeniero de grabación - No consta en los créditos del disco.Fotografías – No consta en los créditos del disco.Reseña del disco.Estimada(o) radioescucha: escucha canciones del Antonio Maciel y el Trío Aguilillas en Radio Quelite. Cada disco cuenta una historia; el que hoy nos ocupa brinda generosas e imponentes pinceladas de música tradicional mexicana, abarcando diferentes zonas del país: vibrantes huapangos de la huasteca, bellos sones veracruzanos, gustos michoacanos y alegres sones jaliscienses. En 1958, cuando los ejecutivos del sello disquero Musart pusieron el proyecto en manos del músico, arreglista y director artístico Rafael Carrión , éste visualizó un álbum que mostrara eficazmente la desbordante alegría, energía y elegancia de la música tradicional mexicana. Para lograr su objetivo, no dudo en llamar al músico Antonio Maciel, al Trío Los Aguilillas y al Mariachi México de Pepe Villa. El resultado fue un disco de alcance interestelar, pues una de las melodías fue seleccionada años más tarde por un grupo de destacados científicos para integrar un mensaje sonoro enviado al espacio exterior por las naves 'Voyager' 1 y 2. El trabajo fonográfico llamado Sones Mexicanos no se entiende sin el antecedente establecido por músicos destacados como Carlos Chávez y Blas Galindo en los años 30s del siglo XX, y de Manuel Esperón en la década de los belicosos años 40s. Ellos trazaron el camino, sentaron las bases y definieron los elementos musicales que permitieron el desarrollo y la evolución del sonido sinfónico en el Mariachi. En el disco Sones Mexicanos, el director artístico Rafael Carrión da continuidad al trabajo de estos notables músicos, añadiendo su propio estilo y personalidad. Para eso contó con 2 elementos decisivos: la experiencia del músico y cantante Antonio Rivera Maciel en el terreno de la música regional mexicana y el acompañamiento del Mariachi México. Maciel tocaba con destreza varios instrumentos como la guitarra, el arpa, la jarana veracruzana y la trompeta, pero destacó sobre todo en el violín, donde demostró con creces ser un auténtico virtuoso. ¿Recuerda usted aquella memorable escena de la película "Los Tres Huastecos", en donde un cura interpretado por Pedro Infante enseña a Fernando Soto "Mantequilla" como se toca el violín? Pues se trata en realidad de Antonio Maciel quien da una verdadera cátedra arrancando al instrumento vibrantes notas que aún en nuestros días resuenan excitantes, haciendo hervir la sangre al más indiferente y provocando que hasta los muertos salgan de su sepultura moviendo la cabecita. Pero el cuadro no estaría completo sin el inolvidable Mariachi México de Pepe Villa, que apareció en la escena musical desde 1953 y destacó con rapidez por su habilidad para interpretar polkas. Además, fue el primer mariachi en utilizar 2 trompetas en su dotación instrumental en lugar de sólo una, obteniendo como resultado un sonido poderoso, con miras a la proyección internacional. Con todos estos elementos en el lugar correcto, y agregando otros instrumentos de viento, por ejemplo cornos y flautas transversales, el maestro Carrión obtuvo un resultado meritorio que se aprecia a lo largo de cada una de las 12 piezas que conforman el disco. Desde el son jalisciense "La Negra" hasta el son michoacano "El maracumbe", Carrión, Maciel y el Mariachi México logran un sonido de conjunto majestuoso, contundente, que suena y sabe a México. Representando dignamente a la música de su estado, Antonio Maciel concibió un hermoso arreglo para el son michoacano "El pañuelo" e hizo lo propio con el tradicional son veracruzano "El pájaro cu". El observador curioso notará que en la primera edición del álbum, la etiqueta central del disco y la contraportada adjudican a Antonio Maciel y a Rafael Carrión el arreglo musical de "La Negra", celebérrimo son abajeño de fama mundial. Sin embargo, más tarde Silvestre Vargas y Rubén Fuentes protestaron y amenazaron con demandar a los primeros por "usurpar" sus derechos de autor. Resulta que en 1949, sorpresivamente y sin decir agua va, Vargas y Fuentes en complicidad con la SACM (Sociedad de autores y compositores de México), se adjudicaron la autoría de "La negra", registrando como suya la pieza para obtener jugosas regalías, aun cuando cualquiera sabe que en realidad ese bello son tradicional debería pertenecer al dominio público, porque se trata de una pieza escrita y modificada por distintos autores anónimos durante varias décadas de evolución. Tras acaloradas discusiones los tipos de la Musart cedieron a la presión y en las siguientes ediciones del álbum el crédito es adjudicado a Vargas y Fuentes. Estos músicos no fueron los únicos en apropiarse de la autoría de sones tradicionales; Lorenzo Barcelata por su lado también se apropió de El Cascabel y El Siquisiri, dos sones jarochos que datan del siglo XIX, tan sólo por nombrar otros ejemplos que dejan al descubierto un episodio obscuro en la historia de la música popular mexicana, escasamente abordado por autores e investigadores. Aun así, el álbum publicado en 1958 obtuvo un éxito rotundo y mereció varias reediciones posteriores, tanto por el sello Musart como por el sello Capitol Records, Este último lanzó el disco como un producto de exportación en tierras del Tio Sam a partir de 1958 y a lo largo de la década de los 60s en el siglo XX. Ya para 1970, el disco continuaba siendo editado en México por la marca Trebol.. En vista del alto número de ventas alcanzado, los ejecutivos de Musart sin perder tiempo lanzaron un segundo volumen, con el nombre de "Más Sones Mexicanos", repitiendo la fórmula pero no el éxito. A pesar de los méritos que posee este compendio de 12 canciones, los puristas de ayer y hoy discrepan, argumentando que la música en Sones Mexicanos es estereotipada y amariachada. No opinó lo mismo el comité de científicos que dirigidos por Carl Sagan, en 1977 eligieron una canción de este disco para integrar un peculiar mensaje sonoro que las naves Voyager 1 y 2 llevarían fuera del sistema solar, hacia los confines del universo. En 1977, Sagan tuvo la idea de que las naves llevaran consigo un mensaje imperecedero que mostrara a los habitantes de otros planetas como es la vida en La Tierra, y que también diera a conocer las variadas expresiones culturales del planeta. En un disco de oro fueron grabadas 115 imágenes en blanco y negro, cantos de aves, sonidos de animales, lluvia, relámpagos y otras expresiones sonoras de la naturaleza, así como 90 minutos de música proveniente de distintos países. Durante la reñida elección de la música hubo gritos, sombrerazos y una que otra cachetada guajolotera. Las canciones de Los Beatles, Elvis "La Pelvis"y Bob Dylan tuvieron que ser descartadas. El rock progresivo y el 'heavy metal' también salieron por cuerdas. Sin embargo, en forma unánime Sagan y compañía decidieron que "El Cascabel", aquel soberbio son jarocho que forma parte del disco Sones Mexicanos, tenía que ser incluido en el disco de oro que transportarían las naves espaciales, como muestra de una de las más bellas e invaluables expresiones culturales no sólo de México, sino de todo el mundo. Resulta irónico que el nombre de Lorenzo Barcelata terminó traspasando las fronteras del tiempo y del espacio al quedar equivocadamente registrado como el intérprete de la canción, en los discos de oro fabricados por los científicos de la NASA. Si somos justos ese honor correspondía a Antonio Maciel, el Trío Los Aguililla y el Mariachi México de Pepe Villa, quienes fueron los verdaderos intérpretes y músicos en la grabación. Más irónico aun resulta el hecho de que hoy en día, cuando la música tradicional, folclórica mexicana es ninguneada y menospreciada por una buena parte de la población mexicana, los hombres de ciencia en el extranjero y muchos habitantes de distintas regiones en el mundo continúan apreciando y reconociendo la belleza de la música nacional. A pesar de eso, navegando a contracorriente y superando toda clase de obstáculos y dificultades, emisoras como Radio Quelite continúan difundiendo la mejor y más auténtica música de México, incluyendo las canciones del disco Sones Mexicanos. ¡Un saludo afectuoso y nos leemos en la próxima! |