Estimable radioescucha: desde su fundación, los cuerpos policíacos en México han tenido mala reputación debido a la negligencia, ineptitud, corrupción e ineficiencia que ha caracterizado a algunos de sus elementos durante el desempeño de su labor. En contraste, otros miembros de las corporaciones policíacas han efectuado un trabajo ejemplar, evitando asaltos, encarando a desalmados delincuentes, impidiendo que las personas cometan suicidio al arrojarse desde lo alto de edificios o hacia las vías del metro. Aunque continuamente los uniformados se lanzan a atracar o extorsionar a ciudadanos incautos en las diferentes ciudades del pais, también existen casos excepcionales. Algunos policías han sido vistos brindado auxilio a los automovilistas en las diferentes carreteras federales del país. Otros han rescatado bebés abandonados a la orilla de autopistas. Algunos más han otorgado protección a personas extraviadas que vagan solas a altas horas de la noche debido a sonambulismo o por alguna enfermedad neurodegenerativa. En resumen, a lo largo de su existencia, los cuerpos policíacos en ocasiones han sido luz, y a veces han resultado oscura sombra. Pocos sospechan que uno de los méritos de la policía consiste en ser pionera en la grabación de fonogramas que difundieron la música popular, tradicional mexicana. Durante los últimos años del Porfiriato, la Banda de Policía de México dirigida por Velino M. Preza grabó para el sello Victor Talking Machine Company varias docenas de discos a 78 revoluciones por minuto, en donde interpretaron con gran talento, valses, solemnes marchas, sonecitos del país, mazurcas y otros géneros de moda en aquel entonces. Esto ocurrió gracias al interés de las compañías discográficas extranjeras que se instalaron en el país, trayendo consigo equipos de grabación portátiles. En 1910, tras el inicio del movimiento armado que propició la huída de Porfirio Díaz a Francia, las compañías discográficas extranjeras también pusieron pies en polvorosa, al grito de "mas vale que digan aquí corrió que aquí murió", finalizando así la primera era de una incipiente industria discográfica en México.
Tal vez para continuar con la tradición de aquellos pioneros, o quizá para atenuar la persistente mala imagen de las corporaciones policíacas, a finales de los años 60 del siglo XX, Renato Vega Amador, director general de Tránsito del Distrito Federal en aquellos días, tuvo la idea de integrar un grupo músico-vocal conformado por policías, que se diera tiempo para ofrecer conciertos y grabar discos de música tradicional mexicana. Para cumplir el objetivo trazado, fue convocado un grupo de 3000 candidatos. "Los vamos a hacer cantar", dijo con voz grave y enérgica el director general de la policía a los potenciales candidatos, quienes temerosos, imaginaron lo peor. Algunos creyeron que la justicia divina había caído sobre ellos y serían victimas de sus propias técnicas de tortura, pagando así todas las que debían. ¿Que métodos utilizarían en su contra?. Varios pensaron que serían sometidos a toques eléctricos con macana electrónica, aplicada generosamente en salva sea la parte. Otros imaginaron que les esperaba la clásica "pozoleada" en donde la desventurada víctima es despojada de sus ropas, amarrada con firmeza a una tabla y sumergida sin miramientos en una pileta llena de agua. Algunos más temieron que la socorrida técnica del "tehuacanazo" los aguardaba impaciente. Sin embargo, nada de eso ocurrió. El comandante disipó sus temores anunciando que diez elementos serían escogidos, a los cuales les asignaría maestros de música para que aprendieran a colocar la voz con impecable afinación y lograran tocar con destreza las guitarras acústicas, procurando obtener de los instrumentos las más bellas notas. Los elegidos ensayaron con dedicación, disciplina y empeño, logrando un sonido distintivo y muy mexicano, parecido al de los conjuntos músico vocales como Los Insurgentes, Los Caudillos y Los Dorados De Villa. El sonido distintivo de los policías cantores también guarda semejanzas con el de las rondallas que ganaron popularidad en México durante los años 60s del siglo XX. El conjunto que fue llamado "Tenientes De Anáhuac" estuvo integrado en un principio por Elvio Enrique Bigurra, Héctor Manuel Osorio Zamora, Leopoldo Aranda Huerta, Román Paredes Molina, José Hamed Martínez, Marco Antonio Sánchez Hernández, entre otros nombres que se perdieron en el polvoriento libro de la historia. Comenzaron formalmente actividades artísticas en noviembre de 1968.y al año siguiente ya estaban grabando sus primeros acetatos para el sello Polydor, incluyendo en su repertorio piezas musicales como México Lindo, El Sinaloense, Hay Unos Ojos, Adiós Mariquita Linda, y Cada Noche Un Amor, entre muchas otras. A lo largo de los sórdidos años 70s, mientras por un lado crecía la fama de rampante y tenebrosa corrupción entre los cuerpos policíacos bajo el mando del tristemente célebre Arturo Durazo Moreno, en el otro extremo estaban Los Tenientes de Anáhuac, dando la mejor cara de la policía, ofreciendo recitales, cambiando de integrantes e incursionando en otros sellos discográficos como Son Art y RCA Cadmen. A principios de los años 80s, la presencia de los policias cantantes en eventos públicos y estudios de grabación paulatinamente se desvaneció, dejando como único rastro de su presencia, aquellos fonogramas plasmados a 33 y 45 revoluciones por minuto. Hoy en día una nueva generación de oficiales ha tomado la estafeta, haciéndose llamar "Los Nuevos Tenientes de Anáhuac", continuando la labor iniciada por los subordinados de Renato Vega Amador. El renovado conjunto afirma que no sólo combaten a la delincuencia y evitan recibir mordida, sino que con sus canciones tratan de desterrar de los corazones de los ciudadanos, la frustración, tristeza y enojo, causados por continuos embotellamientos, bloqueos carreteros, inseguridad, devaluaciones, inflación, desempleo, desintegración familiar y gasolinazos, más lo que se acumule esta semana.
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En Radio Quelite puedes oir canciones de Los Tenientes de Anáhuac. Las grabaciones de éste peculiar grupo mexicano nunca han sido lanzadas en disco compacto o formato digital, por desinterés de las monopolistas empresas extranjeras que actualmente poseen los derechos de explotación comercial de tales testimonios sonoros. A continuación encontrará la discografía básica de Los Tenientes de Anáhuac, publicada originalmente en discos de vinilo.Tenientes de Anáhuac / Polydor / 220113 | ||||||||||
Portada del disco Polydor 220113 Contraportada del disco Polydor 220113 |
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Los Tenientes de Anáhuac / Son-Art / D-464 | ||||||||||
Portada del disco Son-Art D-464 Contraportada del disco Son-Art D-464 |
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Los Tenientes de Anáhuac / RCA Cadmen / CAMS-914 | ||||||||||
Portada del disco CAMS-914 Contraportada del disco CAMS-914 |
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Tenientes de Anáhuac / RCA Cadmen / CAMS-1006 | ||||||||||
Portada del disco CAMS-1006 Contraportada del disco CAMS-1006 |
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